martes, 24 de mayo de 2011

Mi transformación


Yo seguía corriendo sin parar hasta que me encontré sola, ya estaba oscureciendo, asique decidi caminar, caminar sin rumbo, no me importaba a donde llegar, solo queria desaparecer del mundo, y mas si sabía que iba a estar sola por el resto de mis dias. Me paré en un bosque, no tenia ni hambre ni sed. Empezó a llover como nunca lo habia visto en mi vida. La noche me la pasé llorando apoyada en un árbol. Sólamente se oían los ruidos que hacían los animales, me imaginé que serían búhos y lobos, me daba igual, no les tenía miedo.
Oí como unos pasos se me acercaban..
 
- ¿Quién anda ahí? - los pasos cesaron.
A la mañana siguiente, decidí instalarme allí, parecía un lugar abandonado y no creía que me pudiera encontrar a alguien. Por la noche, otra vez oía ruidos, estaba segura de que eran pasos de alguna persona, y otra vez vocee:
- ¿Quién está ahí? Sal, te he oido, no me das miedo.
De repente, entre los arbustos que había a mi lado apareció una sombra, era un chico, a judgar por su aspecto tendría más o menos mi edad. Me puse de pie.
- ¿Quién eres y que es lo que quieres? - pregunté, realmente aterrorrizada de encontrarme a alguien por este lugar. El chico seguía caminando hacia donde yo estaba. Entonces me pude fijar a la luz de la luna, que era guapisimo, nunca había visto tal belleza. 
- Soy Lion, por aqui suelo andar de caza por las noches. Y tu, ¿qué es lo que haces aqui? - su voz retumbó por dentro de mi, me hizo temblar, era bonita, pero a la vez demasiado grave para cualquier persona. ¿A quién se le ocurriría venir a cazar aquí, a estas horas?. No me salían las palabras, él estaba más cerca.
- Quiero vengarme. No tengo ningun otro lugar para estar. - miré hacia el suelo, ya no podía contener las lágrimas. - Te ruego que no me hagas daño, yo aqui no molesto a nadie.
- Tranquila, - lo miré y decubrí que no era un ser mortal, tenía unos colmillos demasiados largos para ser un ser humano, también me fijé en sus ojos, eran parecidos a los de un gato, pero más bonitos si se podía. - a mi también me gusta la venganza, por eso...
- Hazme como tu, te lo suplico - me acerqué a él y lo abracé.- Yo te ayudaré en lo que quieras, pero hazme un vampiro. - me retiré el pelo hacia atras y dejé ver mi cuello. Realmente tenía miedo, pero ya nada me podía doler mas que la pérdida de mis padres.
Después de unos segundos en silencio, los cuales me habían parecido una eternidad, por fin habló Lion:
- ¿Por qué habría de hacer yo eso en vez de matarte Kova? - sus ojos se clavaron en los míos. 
- Tu..tu....tu....tu ¿cómo has sabido mi nombre? - lo miraba atónita, ¿de que me conocía?
- Te conozco desde hace dos años, y no te pude olvidar, me cautivaste y desde entonces siempre te he observado desde lejos, no quiero que te pase nada malo. - me acarició la cara, yo no sabía que responder.
- Bu...bu...Bueno, entonces tu ya me conoces, pues conviérteme y ayudáme.
-¿Estas segura de que es esto lo que realmente quieres?
- Si, he perdido a toda mi familia, no me queda nada en este mundo y...bueno, ahora que te he conocido, quiero estar a tu lado. - Era cierto lo que le decía. Me había enamorado por primera vez, lo que sentía era indescriptible pero maravilloso, lo deseaba. - Por favor.
- Esta bien, pero solo lo hago porque quieres estar a mi lado, y yo también deseo estar junto a ti toda la eternidad. -Me abrazó y luego se echo hacia atras- Esto a lo mejor te duele un poco, pero no te preocupes, yo cuidaré de ti..
Lo único que senti fue su cálida boca rozándome el cuello y sus colmillos incándos en él. Recuerdo que me estaba mareando y Lion me decía:
- Bebe, bebe - Cuando me puso se brazo chorreando su sangre sobre la boca. Cuando la sangre entró dentro de mi, se despertó algo que llevaba dentro. Me gustaba, fue, lo más especial que me había pasado.

martes, 10 de mayo de 2011

El sueño

Después de acomodar a Mathius junto a mi, en mi ataud, empecé a recordar cómo me habia transformado en lo que soy.
Trasilvania.
Era una tarde de invierno, en 1613; aún andaba con mi grupo de amigas, erámos pocas, exactamente tres. Teníamos 19 años y mis amigas siempre hacían lo que querían, a ellas no les importaba nada la opinión de sus padres, yo en cambio, era una chica super sensible, tenía compasión por cualquier persona que se sintiera sola o triste. Me ponía a llorar por cualquier cosa, no aguantaba ver el sufrimiento que había por todos lados. Thasna, una de mi grupo, nos dijo que fueramos a una casa abandonada junto a un río. Y allí nos encontramos en una noche oscura y con luna llena. Mi otra ammiga Lylle, era una medio bruja, le gustaba mucho los hechizos y la magia; llevó su libro de brujerías. La casa era fría y lúgubre, yo estaba un poco horrorizada al estar en aquel lugar, pero no me podía acobardar porque no tenía porque pasar nada, era un sitio abandonado y hacía mucho tiempo que por allí no pasaba nadie por temor a que hubieran fantasmas.
Nos reunimos las tres en una habitación que tenía una ventana que daba al río, por allí entraba la tenue luz de la luna. Esa noche la luna estaba espectacular, era preciosa. Encendimos trece velas, como nos dijo Lylle que teníamos que hacer. Nos agarramos de las manos y entonces empezamos a decir un conjuro:
                                          Vi tribus
                                          Omnipotens det
                                          et omnem scientiam
                                          nos immortalis.

 Lo repetimos tres veces, y nada sucedía, hasta que, nos caimos al suelo y la casa empezó a temblar.
Salimos corriendo del lugar, yo tenía mucho miedo. Para llegar a nuestras casas teníamos que cruzar el bosque, estaba muy oscuro y no podíamos ver nada a través de los árboles. Decidimos pararnos antes de adentrar en la oscuridad.
- Que pasada ha sido eso. - dijo Thasna- Tenemos que repetirlo, tiene que funcionarnos.
- Ya lo creo que si va a funcionar, mañana volvemos y lo hacemos de nuevo, tenemos que venir nueve días seguidos para que se cumplan nuestros deseos- dijo Lylle.
-No, yo no voy a volver, casi me muero del susto y no quiero hacerlo, tengo mucho miedo -les comenté mientras me miraban con cara desafiante.
Nos quedaremos aqui a dormir, y mañana iremos a casa- Lylle me observaba mientras hablaba.- Buenas noches amigas.
- Buenas noches - dijimos al unísono Thasna y yo.
Yo no me podía quedar dormida, tenía un mal presentimiento,algo malo iba a ocurrir. Al cabo de unas horas me venció el sueño.
Me despertaron unos gritos, mis amigas ya se habían despertado y vimos como salía humo del pueblo.
- ¿Qué estará pasando?- Pregunté.
- Lo mejor será ir allí cuanto antes.- al decir esto Thasna, las tres nos pusimos en marcha y salimos corriendo.
Cuando llegamos al pueblo, mi casa estaba en llamas. No podía creer lo que veía.
- ¿Y mis padres?¿Qué ha ocurrido? - la madre de Lylle vino hacia a mi y me abrazó.
- Pequeña, lo siento, creemos que han sido los bandidos, tus padres han fallecido.
- ¿Qué?- salí corriendo.
- Kova, Kova, espera no te vayas- me voceaban mis amigas.
Me detuve, me di la vuelta y vocee:
- No querrais saber nada más de mi, porque esto va a ser una venganza y pienso matar a todo el que se me ponga por delante. No me busqueis porque a partir de ahora no me encontrareis.

sábado, 7 de mayo de 2011

Escalofríos

Un día, en un lugar sombrío, donde sólo se oían susurros del aire, apareció un niño, de unos siete años. Parecía no tener miedo a pesar de estar en un bosque oscuro, sin un claro de luz de la luna. Yo me encontraba situada en lo alto de un árbol, sin hacer ningun ruido me acerqué por detras.
- ¿Quién eres? - le pregunte, agarrándolo para que no se escapara.
Tenía cara de miedo, estaba lleno de sangre, no se que haría con él, habia entrado en mi propiedad.
-¿Quién eres?¿Qué haces aquí?.- se me quedó mirando y empezó a llorar.
- No me hagas daño, yo no quería - decía entre sollozos- mi nombre es Mathius, por favor no me hagas daño.
-¿Por qué te iba a hacer daño? - seguía llorando- No te voy a hacer nada, solo quiero saber donde están tus padres.Y que es lo que te ha pasado.
- Estan muertos, los he matado. -no dejaba de llorar, me abrazó.-
- ¿Cómo que los has matado?
- Él me obligó, me dijo que lo tenía que hacer, si queria seguir viviendo.
- ¿Qué te dijo?¿Quién es él? -lo miré a los ojos- dimelo.
- Es Vlademor, me dijo que tenía que beber la sangre de mis padres si quería vivir.
No podía creer lo que estaba escuchando, el vampiro más malo de toda la historia estaba en este pueblo, no puede ser, ahora querrá recuperar al niño, ¡es el hijo de Lucifer!.
Tenía que pensar rápido, ¿que hacer? No podía dejar que Vlademor se saliera con la suya y hiciera de este niño un demonio.
- Vamos a mmi casa, estarás allí seguro y no te volverá a molestar. -empezé a andar el niño se habia quedado quieto- ¿qué es lo que te pasa?
- Tengo que ir a por mi hermana, no la puedo dejar sola.
- ¿Tienes una hermana? ¿Dónde está? Si vamos tenemos que ir rápido, no podemos perder tiempo.
- está en casa, en la cuna, Vlademor no sabe que está allí, no sabe que tengo una hermana. -me miraba atentamente-.
-Vale, vamos a tu casa y después haremos lo que yo diga.
Lo agarré y me lo subi a la espalda, empecé a correr como nunca lo habia hecho. Llegamos a la casa, estaba toda revuelta y no encontramos a la niña.
- No está, no está, Gabriela, Gabriela - gritaba Mathius llorando.
- Nos tenemos que ir de aquí, podrían volver. 
Cuando llegamos a mi casa Mathius no hablaba, estaba temblando y llorando.
- Mathius, te ayudaré a encontrar a Gabriela, no te preocupes, pero tendrás que alimentarte, bebe esta sangre que es de un cordero reciente.
El chico me miró y me preguntó, - ¿tú quién eres?, ¿eres como yo, un vampiro?¿cómo te llamas?
- Es una historia larga que contar, pero si, soy un vampiro, mi nombre es Kova y no te voy a hacer daño.